Piénsalo así: imagina que tu cuerpo es como un coche genial, pero a veces, no sabes cómo conducirlo de la mejor manera. Feldenkrais es como un manual mágico que te enseña a conducirlo suavemente y sin problemas. No tienes que hacer ejercicios difíciles ni forzarte demasiado.
En vez de hacer cosas que tal vez hagas un poco a disgusto porque confías en que en algún momento llegará la recompensa, haces movimientos suaves, agradables, ¡incluso divertidos! mientras aprendes cómo moverte sin esfuerzo y sentirte bien.
Además, Feldenkrais no solo ayuda con los dolores físicos, sino también con los sentimientos que a veces pueden ser difíciles.